Identificarse Registrar

Identificarse

Ir a: Alicia (“Seguiré viviendo” 50a. entrega)«Nuestro mundo es lo que tenemos más a mano», se repitió José cuantas veces vio desfilar ante su lecho a los extraños. Se sorprendía de que llegaran a visitarlo personas que en sus afectos parecían distantes, pero que eran próximos porque bajo el mismo techo trabajaban, porque se daban a diario con él los buenos días, porque se cruzaban a toda hora en los pasillos, o se topaban en el ascensor del edificio al comienzo o al término de la jornada. Sus familiares, en cambio, se hacían notar: porque jamás llegaban, salvo Eleonora que era la sombra que no lo abandonaba. Mariana, su hermana menor, lo llamaba una o dos veces al mes a saludarlo, pero se informaba más de su salud por boca de...

Ira a: Educar no es formar. ¿Es la enseñanza un proceso en bancarrota? (“Seguiré viviendo” 49a. entrega)Alicia suele llegar en la mañana. Aunque no tiene obligaciones imperiosas, ha adquirido compromisos en que se le van las tardes; unas en el gimnasio, otras en la escuela de artes y la cinemateca, y las que restan en reuniones con amigas que no faltan. Casi siempre llega con algún periódico, porque sabe que me entretengo con las columnas de opinión y los editoriales. Antes llegaba con...

En busca del Libro de la Vida (Novela breve)  ©Abel Carvajal. 1998.Derechos de autor reservados.  Edición en español para distribución gratuita. Se autoriza su copia, impresión y reenvío por cualquier medio solamente en lengua española. Pero queda prohibida su impresión o publicación en cualquier medio  para su venta o comercialización sin previa autorización escrita de su autor...

Ir a: Nunca se pierde la esperanza (“Seguiré viviendo” 48a. entrega)Las palabras del profesor Grisales lo hicieron consciente de sus promesas incumplidas: –Decidí no aguardar más tu visita. Si lo hago no me hubiera jubilado. Había dicho José que volvería cuando dejó el colegio, que no se alejaría de la universidad que lo formó, que  regresaría a la empresa que le brindó el primer trabajo. Jamás lo hizo. Apenas habían sido expresiones de emotividad guiadas por la nostalgia de la...

Ir a: Un pensamiento lleno de contrastes (“Seguiré viviendo” 47a. entrega)El doctor tomó el informe y me dijo que le encontraba inconsistencias. Que iba a pedir un nuevo dictamen de las muestras porque a su parecer me habían alarmado innecesariamente. –¿Y los síntomas? –insistí yo.–Son producto de sus malos hábitos. Cambiando la dieta sentirá la mejoría. Y en efecto, al organizar el horario de comidas, suprimir las grasas e incrementar los vegetales, las molestias comenzaron a...

Ir a: Los hinchas del Santo Padre (2) La guerra de poder entre el cura y don Fructuoso sigue pero, una de tantas guerras civiles del siglo XIX lo alejan de Quente. Durante su ausencia aumentan las desgracias de los liberales y el poder de José María Querubín y las beatas. La llegada de las primeras monjitas agrega un detalle que pudo ser amable. Las santas, sin hijos reales, consideraban sus vástagos espirituales a los conservadores de Quente, sin...

Lo mejor, la infancia (“Seguiré viviendo” 46a. entrega)La enfermera estaba encantada con las confidencias que el paciente le contaba. No era para menos. Lo había imaginado distante y quisquilloso cuando se lo confió la jefe de la noche. Los pergaminos con que lo presentaron le provocó la misma desazón que le causaron otros «ilustres» que debió atender, insatisfechos a morir e inconformes por costumbre. Pero José era un caso diferente. Le pareció sorprendente estar departiendo con un...

Ir a El Mago (4ta entrega)18.-La tromba de viento corre rauda por la llanura, saeta oscura de frígida presencia que a gritos y estertores de furia incontenible se acerca a ese su objetivo que es la mágica y resplandeciente puerta. La hechicera lo mira todo desde su balcón, encadenada de frio y de tristeza, revuelta en el dolor de sus ilusiones perdidas y a la vista de aquellas que contra toda esperanza  están prestas a morir defendiendo el último bastión ante el cruel...

La caja gris de las amantes (“Seguiré viviendo” 45a. entrega)La prudencia es la característica común de mis visitas. En su conversación suelen proceder con mucho tacto. Pero esta vez, sin el menor reparo, mi interlocutor  me acribilló con una interpelación por completo inesperada: –Como dicen que ya estás para morirte, debes saberlo todo. ¡No te mueras sin contarme que es lo más sabroso de esta vida!La mirada de la mamá lo fulminó con su reproche. A mí no supo que decirme...

Grupos

Están en línea

Hay 150 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver