Capítulo 2 - Su difícil niñez
Busca por todos los rincones algo de comer, pero es inútil, tendrá que salir a la calle, enfrentar la dura realidad, que por primera vez tendrá que golpear puertas para pedir algo de comida.
Con solo ocho años, descalzo, con un pantaloncito que supo ser azul, un buzo de color lila, con su mirada triste, pero el corazón lleno de orgullo, que le repite “debo ayudar a mi madre, debo ayudar a mi madre”.
La calle es cruel, difícil de enfrentar, dura por momentos, pero intrigante por otro. Luego de caminar toda la mañana, encuentra en la bolsa de basura de una panadería, algunos panes, que por su apariencia eran de varios días. No importa pensó él, mañana mi madre estará bien, logrando como siempre unas monedas, que serán destinadas a la comida.
Cuando llega a su vivienda, su desconcierto fue total. Solo lo esperaba su perro Tony, que estaba echado en la puerta. Una vecina cuando lo ve, se acerca, ¿Buscas a tu madre?, “la Beba” decidió ir al hospital, para una mejor atención.