Identificarse Registrar

Identificarse

Índice del artículo

XIII

Lloré. Lloré abrazado a él.

Limpié mi alma con lágrimas. Bastó ver a este santo hombre para que emergiera el arrepentimiento del daño que hice a otros, y a mí, a lo largo de mi vida, y del perdón que no concedí cuando debí. Aquella soleada mañana, que nunca olvidaré, me liberé de mis pecados. Sentí el perdón Divino por medio de Abreu. Así conocí esta Verdad.

 

Grupos

Abierto
3 Usuarios
Aprobación
5 Usuarios

Están en línea

Hay 743 invitados y ningún miembro en línea

Concursos

Sin eventos

Eventos

Sin eventos
Volver