-Il est là infinitement.[42]
-et avant lui?[43]
-Il a toujours été la.[44]
-Je ne comprend pas.[45]
-Tu es tout petite.[46]
Mamá languidece ebria de celos, -esta niña es que se pasa el día preguntando, además es muy pequeña para tí, ¿eh?, que tu ya tendrás alguna por ahí, ¿o me equivoco?, sé que he abierto la boca, puedo imaginar lo que digo, de camino al baño lo presiento... el orín mana, infinito.
Relajo un poco la concentración y me intereso por el cuarto de baño, hay pequeños cuadros en dos de las paredes, un dibujo en el espejo en el que evito a toda costa mirarme. Al terminar me lavo las manos y me las seco sin contemplación en los pantalones, revierto la fuente de luz y salgo de una habitación cuya puerta dejo entreabierta.
En el pasillo ilustrado mi tránsito cesa ante una foto que pende, del salón llegan sonidos que mi cerebro estructura en palabras, que tú mi rémora has extirpado, y si había en mi pecho corazón.
-Mama qu'il est mechant le monsieur, et qu'il est laid.[47]
-Mais tais-toi Sylvie s'il te plaît.[48]
Me siento a vuestra mesa, escucho vuestras palabras y como de vuestra comida; si queréis mi desidia, yo os la brindo; y mi odio es vuestro. Sylvie tira de la manga de mamá y me explora impertinente; arranco de la silla sus doce años y los tumbo boqueantes sobre la mesa; los horado con mi polla homicida. Ya no corre el aire por tu traquea de princesa; la sangre se encharca sobre su corrector de dientes.
Sylvie, mi amor, créeme que lo siento...
Sylvie es niña sensible, inquieta por mi tez sombría, su intuición le punza con un matiz de culpabilidad: -Monsieur est-ce que vous voudriez encore m'entendre jouer le piano? -Monsieur, monsieur[49].
-Tío, que te has quedado traspuesto, mucho vino, no?, igualito que tu madre, a la segunda copa se ponía que bueno, y pasaba lo que pasaba.
-Qué pasaba?
-Cómo?
-Qué qué pasaba?
Jack se asusta y corta en seco el disfrute de su queso: -Ça va?
-Oui, oui, il s'est faché un petit peu[50], hay que ver que susceptible cariño, si no decía nada, en eso has salido a tu padre, el susto que se ha llevado Jack -Ça va Jack ça va[51]. Jack hace un gesto de resignación apabullado por una idiosincrasia que no le concierne; nos sonreímos mutuamente y continua con su queso. Me cae bien el tipo, me siento nuevamente aceptado; a Manoli dedico una mueca reconciliadora, rie ella a carcajadas, apoyando a la vez ambos senos en mi brazo. Río yo también, todavía tiene un polvo, poderosas nalgas de caballo, hediondo hálito de vino; demostrar más tarde mi interés o avivar el fuego de la cháchara, conseguir que Jack se marche; falso pudor después de ramera de cuarenta años, quizás me equivoque lo siento, no, si no es eso, pero podía ser tu madre. Húndeme mamá el útero en la boca !( cabalga mamá, sobre la polla de su pequeño ), ¡quiérele esta noche!, ¡abrázalo una vez más!; aunque os odiéis por la mañana.
-Tú tomas postre?
-Café
-Café, tan tarde?, a ver si no vas a dormir, me tomo yo un café a las cuatro y ya no duermo... figúrate si...voy a acostar antes a Sylvie que está cayéndose de sueño, Viens Sylvie on va se coucher.
-Mais je n'ai pas sommeil mama
-Vas-y, on y va, pas de question.
-C'est bien, Bonsoir Jack, Bonsoir Monsieur
-Mais un bisou Sylvie, dice Jack
Sylvie se acerca a Jack, apoya una mano en su hombro de leñador y se empina para besarle en la mejilla; Jack salta de su asiento, la pasea por los aires y besa en ambas mejillas; Sylvie ríe, risa risueña.
-Laisse moi Jack, tu es mechant
-Jack s'il te plaît, elle doit se coucher
Sylvie aterriza, me mira y corre a esconderse entre los pliegues de la falda de su madre.
-Arrête tes conneries Sylvie, va dire bonsoir le Monsieur
-Je veux pas
-S'il te plaît Sylvie
-Je veux pas, je veux pas
-Esta niña se pone de tonta a veces, d'accord Sylvie, comme tu veux, dit- lui bonsoir
-Bonsoir Monsieur
Sin acritud Jack, aunque seas el besado.
Madre e hija, de la mano, se desplazan hacia el dormitorio; Jack se levanta y sale de la habitación; me entretengo en probar varios quesos, otro pedazo de pan, un rumor conocido anuncia noche de lluvia. Dejo el queso y me asomo a la ventana: la lluvia cae, invisible en la oscuridad; el viento estrella gotas de lluvia en mi cara. -Il pleut -Oui. Ha vuelto Jack con un paquete de cigarros, se ha sentado en su sitio y ha encendido uno, después me ha mirado y ha dicho: -Il pleut, para añadir más tarde: -Est-ce que vous en voulez? -Oui merci. Cojo el cigarro y vuelvo a la ventana; respiramos juntos el aire húmedo de lluvia; disfrutando por esta vez de la magia del tiempo muerto. Qué difícil saber parar, que no se torne angustioso; pero hoy la noche viene cargada, cargada de tiempo muerto. Si pienso en una vida, por un puñado de minutos, y no querer sin embargo morir; brisa de lluvia, remota como el tiempo, caemos esta noche limpiando la ciudad; eternamente clavados en el reverso del trapecio, en el abismo moramos, espíritu de la rue Massena.